Cuando llegamos al pueblo de Komang, ¡estábamos tan cansados! El viaje fue mucho más duro de lo habitual y todxs tuvimos que descansar durante bastante tiempo. Después de algunos días, todos los estudiantes del HKH empezaron a ayudar a sus padres en el campo para sembrar la nueva cosecha.
En los días siguientes todxs hicimos muchas plegarias especiales por la buena salud de nuestrxs donantes y del resto del mundo. El tiempo era muy frío y también estaba nevando algo. Fuimos de peregrinación a los lugares sagrados de nuestro pueblo. Hay muchos sitios especiales para recibir bendiciones en Komang, somos muy afortunados de haber nacido allí.
Los estudiantes del HKH haciando plegarias especiales en Komang
Durante el día de la madre, todxs nos juntamos para celebrar un festival en la escuela. La gente del pueblo estaba muy feliz de ver a los/as niños/as tan mayores y con tan buen comportamiento y tan respetuosos. Están muy agradecidos con nuestros donantes por hacer posible que sus niñxs estén recibiendo tan buena educación en Katmandú, ya que están trayendo mucha felicidad a su pueblo.
Tuvimos un festival de carreras de caballos. Todos lxs niñxs estaban muy felices de estar de nuevo juntxs y de montar a caballo de nuevo después de tanto tiempo. Tuvimos una carrera de caballos para jóvenes y otra carrera para niñxs. También hicimos el juego de tirar de la cuerda. Tanto la gente del pueblo como lxs niñxs de HKH se divirtieron mucho ese día.
Escuchamos noticias en la radio de que el Covid estaba empeorando, así que decidimos empezar con algunas clases en el invernadero (ya que la escuela de Komang estaba cerrada por el confinamiento). Organizamos las clases para todxs los niñxs desde los más pequeños hasta los mayores. Los estudiantes de HKH que habían terminado la clase 10 hasta la 12, empezaron a enseñar a los niños hasta la clase 7. Nyima estuvo enseñando a los estudiantes de las clases 9 y 10. No habíamos traído nuestros libros, pero teníamos algunos libros de ejercicios de la escuela de Komang; así que estuvimos aprendiendo gramática, publicidad, redacción de ensayos, escritura a mano, etc. en 3 idiomas (nepalí, tibetano e inglés).
Después de algún tiempo, las familias y los niñxs que tenían ovejas y cabras tuvieron que llevar a los animales a pastar (pastoreo nómada). Los pastos están muy lejos, a más de 4 horas del pueblo. Allí, la gente tiene que quedarse a dormir para cuidar de las ovejas, cabras, vacas, caballos, etc. No hay casas, así que tenemos que quedarnos en tiendas de campaña.
Nos llegaron noticias de que podíamos abrir la escuela de primaria del pueblo, así que comenzamos las clases con la ayuda de algunos de los mayores, que hicieron de profesores; y el resto estuvieron aprendiendo en la escuela primaria. Hicimos algunos viajes educativos por la naturaleza con todos lxs niñxs, ayudando a los más pequeños, y nos estuvimos divirtiendo aprendiendo cosas nuevas sobre la naturaleza. El clima era muy agradable y la hierba estaba muy verde.
Hicimos el tradicional Nyungne, práctica de ayuno y purificación con Rinpoche. Algunxs niñxs se animaron y lo hicieron muy bien. Nos sentimos muy bendecidos de tener la oportunidad de hacer esta práctica bajo la guía de Rinpoche. Seguro que generamos mucho mérito con ello.
Mientras estuvimos en Komang, también ayudamos a construir dos nuevas casas en la escuela y luego llevamos a cabo el mismo tipo de programas y juegos que hacemos en el HKH. Hicimos diferentes concursos, de alfabetización, de música, de cultura general, concurso de dibujo, etc. Toda la gente del pueblo estaba muy feliz y algunos incluso lloraron al ver a sus hijos participar en este programa de la escuela. Incluso un antigüo alumno del HKH lloró mucho también.
Escuchamos las noticias en la radio de que la situación estaba mejorando en Katmandú. Los estudiantes del HKH dejaron de ir a la escuela y comenzaron los preparativos para nuestra partida; pero unos días después escuchamos la noticia de que la situación estaba empeorando, por lo que tuvimos que quedarnos en el pueblo un poco más.
Durante todo este tiempo nuestros niñxs estuvieron ayudando a sus familias en las tareas diarias como llevar agua, recoger leña, estar de pastores cuidando de los animales, etc. Después de siete meses llegó el tiempo de la cosecha y todos ayudamos a recoger la cosecha para el invierno. Empezaba a hacer frío y habíamos terminado todo el trabajo del campo, es entonces cuando escuchamos que en Katmandú estaban empezando a dar clases online. Nos despedimos de nuestras familias y comenzamos nuestro viaje de regreso a Katmandú para no perdernos ninguna clase. Llegamos al HKH sanos y salvos en el invierno de 2021.